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martes, 8 de mayo de 2018

MASONES, todos sus SECRETOS al descubierto

Gioele Magaldi
(2014)
Berlusconi y la iniciación masónica
como le recuerda el hermano Gioele al hermano Silvio
una vez se ha conferido, es indeleble: 
«Indeleble como toda ordenación sacerdotal y mistérica»
De tal modo, el GOD nos habla de un Berlusconi bien distinto de aquel al que estamos acostumbrados: un atento devoto de la astrología, un estudioso del esoterismo egipcio, alguien que elabora refinados diseños en clave esotérico-masónica para sus jardines en Cerdeña y para su mausoleo fúnebre en Arcore, alguien que frecuenta el milieu masónico internacional y con estrechos lazos, cultivados desde los años 1992-1993, en los ambientes lato-místicos angloamericanos más conservadores. Y hay más. El hermano Silvio es el fundador y el Maestro Venerable de una logia propia y personal, la «Logia del Dragón», cuyos ritos no son ajenos al bunga bunga que con tanto fragor alborotaba los medios de comunicación de todo el mundo durante aquellos días.

La masonería no es un monolito, según nos explica el hermano Gioele: es más bien un universo poblado por progresistas y conservadores, libertarios y neo-aristocráticos, oligarcas y democráticos, todos ellos involucrados en una eterna confrontación-lucha de la que nacieron los grandes desafíos de la modernidad, con sus sueños ilustrados de libertad, igualdad, fraternidad y democracia, pero también las pesadillas del nazi-fascismo en Europa y de las sucesivas dictaduras en América Latina o en Oriente Medio.

Pero, preguntaréis, ¿y los nombres? Evidentemente. Es lo primero que el lector buscará en este interminable océano de páginas. Y hay nombres. Y muchos. Muchísimos. Clamorosos. Tantos y tan clamorosos —de Barack Obama a François Hollande, de Angela Merkel a Vladimir Putin, de Giorgio Napolitano a Mario Draghi, solo por mencionar a unos pocos de entre los principales que aparecen en Masones— que la primera reacción inevitable será: no es posible. Lo desmentirán.

La masonería va siempre en la misma dirección
que es la del saber y el poder
sea material o espiritual
Poder es una palabra que acude a menudo en sus respuestas. Y en Masones, a lo largo de páginas y páginas, enumera, implacablemente puntilloso, a los protagonistas de ese poder del que está hablando: Merkel, Schröder, Sarkozy, Hollande, Chirac, Mitterrand, Blair, Thatcher; casi todos los presidentes americanos, excepto Jimmy Carter, Richard Nixon y Ronald Reagan, que no eran masones sino simples paramasones; Deng Xiaoping, Vladímir Putin, y antes que él Gorbachov, Yeltsin, Stalin y Lenin. Y el sah de Persia Reza Pahlaví, Golda Meir y Moshé Dayán, el líder antiapartheid Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, incluso un papa que acaba de ser hecho santo, Juan XXIII, Gianni Agnelli, Giorgio Napolitano, Francesco Cossiga, Massimo D’Alema…

Sin lugar a dudas
El auténtico poder es masón
¿Hay algún líder mundial, en este momento, que no haya sido respaldado en su ascensión por la masonería? Quien no es masón, o no haya sido respaldado por los masones, ¿tiene alguna oportunidad de llegar al poder?
«No. No existe ninguna oportunidad para quien no sea personalmente francmasón o esté respaldado por los francmasones (es decir, que pertenezca a la categoría de los paramasones de derecho o de facto) de acceder a los puestos más ambicionados y decisivos».

¿Por qué?
«El mundo moderno y contemporáneo ha sido construido por la masonería, derrotando a las antiguas aristocracias eclesiásticas y de sangre. Y hoy sus miembros más eminentes controlan y gestionan su funcionamiento con fines beneméritos (democráticos, liberales, libertarios, laicos, igualitarios y filantrópicos) o execrables, como la constitución de nuevas oligarquías de espíritu y financieras supraordenadas respecto a la soberanía popular, que de hecho queda así vaciada de sustancia».

El Bilderberg Group y la Trilateral Commission, así como el Bohemian Club, la Fabian Society, la Pilgrims Society, la Round Table, el Royal Institute of International Affairs, el Council on Foreign Relations, la Mont Pelerin Society, el Group of Thirty, el Bruegel, el Gruppo Spinelli y demás, están todos controlados de manera férrea por las Ur-Lodges».

¿Es decir?
«Son asociaciones para-masónicas que cumplen funciones de naturaleza meramente auxiliar y subalterna respecto a las desiderata de las élites masónicas propiamente dichas».
Es decir, no toman ni una maldita decisión, si bien en las reuniones de la Trilateral o del Bilderberg participan opinion leaders de casi todo el mundo.
«Justamente. A pesar del aura luciferina y misteriosa que las rodea, en las reuniones oficiales de las sociedades paramasónicas no se discute y no se decide nada que sea realmente importante. Las sociedades como el Bilderberg y la Trilateral, a pesar de ser muy diferentes unas de otras en su estilo comunicativo.

La «Three Eyes», atención, no se ha limitado a generar ideología conservadora, oligárquica y neo-aristocrática. Sino que para pasar de la teoría a los hechos, de lo global a lo local, ha contado con centenares de colaboradores, más o menos eminentes, en cada rincón del planeta.

La Ditchley Foundation fue fundada con gran determinación por el masón David Wills (1917-1999), ya por entonces un eminente socio del para-masónico RIIA (Royal Institute of International Affairs o Chatham House) y miembro de una familia de antiguas costumbres francmasonas: los Wills, una dinastía británica de ricos empresarios importadores de tabaco.

En cuanto al Bilderberg, detrás de su constitución hubo una sinergia entre masones de renombre internacional del calibre de Bernardo de Lippe-Biesterfeld, príncipe consorte de la reina de los Países Bajos Juliana, Henry John Heinz II, David Rockefeller y otros con un no menos importante peso mediático; todos ellos ya más o menos operativos en el ámbito profano (es decir, político, económico, mediático, ideológico-cultural, etcétera) gracias también a otras sociedades paramasónicas preexistentes (sobre todo la Pilgrims Society, el RIIA y el Council on Foreign Relations) y que en general habían sido cooptados como iniciados en determinadas y elitistas Ur-Lodges supranacionales”.
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